- La fiebre es un aumento de la temperatura corporal por encima de los valores normales, que se produce como respuesta a la liberación de citocinas por parte del sistema inmunitario. Las citocinas son proteínas que actúan sobre el hipotálamo, el centro regulador de la temperatura corporal, elevando su punto de ajuste. La fiebre puede ser causada por diversos microorganismos, como bacterias, virus y parásitos, así como por sustancias químicas, como las toxinas liberadas por las bacterias.
- Los pirógenos, las sustancias que causan la fiebre, pueden ser exógenos, es decir, que provienen del exterior del organismo, o endógenos, es decir, que se producen dentro del organismo.
- Los pirógenos exógenos ingresan al organismo a través de la piel, las membranas mucosas o el tracto digestivo. Una vez dentro del organismo, son transportados al hipotálamo.
- Los pirógenos endógenos son producidos por las células del sistema inmunitario en respuesta a una infección o inflamación. Las citocinas más importantes que participan en la producción de fiebre son la interleucina-1 (IL-1), la interleucina-6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α).
- Una vez que los pirógenos alcanzan el hipotálamo, elevan su punto de ajuste, lo que significa que el hipotálamo comienza a percibir que la temperatura corporal es más baja de lo que realmente es. En respuesta a este cambio, el hipotálamo activa una serie de mecanismos para aumentar la temperatura corporal, como:
- Vasoconstricción periférica: la vasoconstricción reduce el flujo sanguíneo a la piel, lo que reduce la pérdida de calor.
- Aumento de la producción de calor: el hipotálamo estimula la producción de calor por parte del músculo esquelético, el hígado y el tejido adiposo marrón.
- Estos mecanismos provocan un aumento de la temperatura corporal, que puede llegar a los 39°C o más.
- Vasoconstricción periférica: la vasoconstricción reduce el flujo sanguíneo a la piel, lo que reduce la pérdida de calor.
- La fiebre tiene varias funciones beneficiosas, entre las que se incluyen:
- Mejorar la respuesta inmune: la fiebre aumenta la producción de citocinas, lo que ayuda a combatir las infecciones.
- Dificultar la reproducción de patógenos: la fiebre puede dificultar la multiplicación de los patógenos, lo que ayuda a detener la infección.
- Promover la reparación tisular: la fiebre puede ayudar a estimular la reparación de los tejidos dañados por la infección.
- En general, la fiebre es un signo positivo de que el cuerpo está combatiendo una infección o un proceso inflamatorio
Signos y síntomas generales
Mecanismos fisiopatológicos de la fiebre
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