Exploración pulmonar
- La inspección permite determinar:
- la frecuencia respiratoria: taquipnea (> 25 ciclos/min) o bradipnea (< 12 ciclos por minuto). La polipnea se define por un aumento del volumen minuto (volumen corriente × frecuencia respiratoria). Puede existir taquipnea sin polipnea en caso de respiración muy superficial; se puede incluso asociar a una hipoventilación alveolar;
- la parte del ciclo respiratorio afectado: predominio inspiratorio (sugiere afectación de las vías aéreas superiores) o espiratorio (sugiere un origen bronquial);
- una anomalía de la expansión de un hemitórax en caso de derrame pleural o de traumatismo costal.
- La inspección permite también detectar signos de una patología respiratoria subyacente, en particular en caso de deformidad del tórax (distensión, tórax en tonel en la EPOC).
Percusión
- En caso de asimetría franca de la auscultación, la disminución de las vibraciones vocales (palpación) sugiere un derrame pleural. La percusión permite distinguir el origen gaseoso o líquido del derrame:
- El timpanismo unilateral sugiere un neumotórax;
- La matidez sugiere un derrame pleural o una atelectasia en caso de matidez menos intensa. Sin embargo, es indispensable realizar una radiografía torácica.
- El timpanismo unilateral sugiere un neumotórax;
Ruidos respiratorios audibles y auscultación
- El estridor inspiratorio (sibilancia) sugiere una obstrucción por encima de las cuerdas vocales (laringe, faringe) posible resultado de un obstáculo intrínseco (epiglotitis, angioedema) o de una compresión extrínseca (tumor, por ejemplo). El estridor espiratorio o inspiro-espiratorio sugiere una obstrucción por debajo de las cuerdas vocales (crup, traqueítis, cuerpo extraño traqueal).
- La sibilancia (respiración con silbido) sugiere una obstrucción por debajo del nivel de la tráquea y se observa en el asma, así como en la insuficiencia cardíaca aguda o en caso de inhalación de un cuerpo extraño, en particular en el niño. Los estertores sibilantes (sibilancias espiratorias de timbre agudo) sugieren las mismas etiologías.
- Los roncus o estertores resonantes (timbre grave, inspiro-espiratorio tipo ronquido) traducen una congestión bronquial.
- Los crepitantes sugieren la presencia de fluído interalveolar, como se puede observar en la neumonía o en el edema agudo de pulmón. Pueden también traducir la presencia de una fibrosis pulmonar en caso de sonido similar a un velcro.
- Por último, la disminución del murmullo vesicular puede deberse a todo aquello que impide la entrada de aire en los pulmones. Son varias las etiologías:
- EPOC grave, enfisema, asma grave, neumotórax, pleuritis, atelectasia, etc.
- EPOC grave, enfisema, asma grave, neumotórax, pleuritis, atelectasia, etc.
- Sin embargo, una auscultación pulmonar normal no descarta una causa pulmonar de la disnea.
Exploración cardiovascular
- La exploración cardiovascular es fundamental en el estudio etiológico de la disnea, ya que las patologías cardiovasculares constituyen una de las principales causas de disnea. Consiste en detectar signos periféricos de insuficiencia cardíaca: ingurgitación de las venas yugulares, reflujo hepatoyugular, edema de los miembros inferiores. Asimismo, es indispensable la medida de la presión arterial.
- La auscultación cardíaca puede ofrecer argumentos a favor de una etiología cardíaca de la disnea: roce pericárdico, soplo de una valvulopatía, trastornos del ritmo cardíaco.
Signos sistémicos
- La exploración física debe ser completa con el fín de valorar la existencia de signos asociados a la disnea, en particular un síndrome infeccioso (fiebre, escalofríos, etc.), obesidad, signos de anemia (palidez cutánea, astenia), insuficiencia cardíaca aguda (edema de los miembros inferiores, ingurgitación yugular, etc.) y de argumentos a favor de una neoplasia subyacente (pérdida de peso, alteración del estado general).
Los estertores son ruidos que se producen en los pulmones debido a la presencia de secreciones en los bronquios y alvéolos, así como al despegamiento alveolar. Estos ruidos pueden ser de diferentes tipos, como los estertores gruesos o húmedos, los estertores finos y los estertores crepitantes. Los estertores gruesos se asemejan al sonido de una burbuja grande, los estertores finos son como una lluvia de finas crepitaciones y los estertores crepitantes se generan en los alvéolos. Estos ruidos pueden cambiar o movilizarse con la tos.