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Examen de la nariz y senos paranasales

Exploración de las fosas nasales

  • Antes de realizar la exploración, se le debe preguntar al paciente sobre síntomas rinológicos:
    1. Insuficiencia respiratoria nasal: unilateral o bilateral, continua o episódica.
    2. Secreción de moco (rinorrea): anterior (vestíbulo nasal) o posterior (faringe); tipo (serosa, mucoide, mucopurulenta, hemorrágica); consistencia (fluida, espesa, costras).
    3. Modificaciones del olfato: hiposmia, anosmia, parosmia.
    4. Algia facial/cefalea: ritmo, horario, localización.
  • La exploración física de la nariz debe entenderse como la evaluación, tanto externa como interna, de la nariz, abarcando detalles tanto de la pirámide nasal como de las fosas nasales.

Inspección

  • En la inspección se debe examinar el aspecto externo de la nariz en busca de alteraciones de la piel (lesiones dermatológicas como la rosácea: eritema, pápulas, nódulos persistente en el tiempo, a veces ulcerada, telangiectasias, lesiones vesiculosas o ampollosasrinofima, tumores, impétigo, comedones, dermatitis seborreica), desviación lateral de la nariz (laterorrinia), aumento de volumen, alteraciones del dorso nasal (silla de montar, giba), alineamiento del eje (fracturas), salida de secreción por narinas, mal olor (ocena). El color de la nariz puede variar a azulado o violáceo en casos de cianosis y, a rubicundez en caso de lupus eritematoso o alcoholismo crónico. Paralelamente se debe observar si el paciente es respirador bucal o nasal.
  • Luego se debe levantar suavemente la punta de la nariz determinando si el tabique está alineado con la columela, presencia de hematomas del tabique, y si existen alteraciones en el vestíbulo nasal (secreción purulenta, costras).

Palpación

  • Realizaremos la palpación del esqueleto osteocartilaginoso con la finalidad de delimitar la presencia de líneas de fractura o la dismorfia nasal. Ante un trauma nasal reciente, se debe examinar el dorso nasal en busca de dolor, resaltes, crepitaciones, aumento de volumen, equímosis, fluctuación.

Senos para nasales

  • Se palpan los senos frontal y maxilar en busca de sensibilidad que pueda indicar una infección de los senos nasales.
  • La palpación de los senos maxilares y frontales puede causar dolor cuando se los comprime externamente, lo cual sugiere que dichas cavidades se hallan ocupadas o afectadas por un proceso inflamatorio (sinusitis); usualmente esto se acompaña de fiebre y rinorrea posterior y con relativa frecuencia, de cefalea generalizada.
  • La trasiluminación de los senos maxilar y frontal se realiza para determinar la existencia o no de enfermedad sinusal. Las secreciones purulentas o las masas intrasinusales interferirán con la trasiluminación, mientras que las secreciones claras darán una imagen normal.

  • La ocena, o rinitis crónica atrófica, es una enfermedad de la nariz de etiología desconocida que puede desarrollarse después de un período prolongado de inflamación nasal,​ se caracteriza por una atrofia progresiva de la mucosa y del esqueleto óseo subyacente, secreción espesa, verdosa, costrosa y fétida
  • La presencia de lesión vesiculocostrosa en la punta de la nariz se conoce como el signo de Hutchinson, y aunque éste es muy característico del herpes zóster oftálmico enfermedad viral neurocutánea ocasionada por la reactivación del virus de varicela zóster (VVZ). El herpes zóster típicamente se manifiesta como un brote cutáneo unilateral doloroso limitado a un único dermatoma. En 10-20% de los casos, hay afectación de la primera rama del nervio trigémino, lo cual se conoce como herpes zóster oftálmico (HZO). De estos, aproximadamente 50% desarrollan compromiso ocular, cuyas manifestaciones más frecuentes son conjuntivitis, uveítis y queratitis. Cuando ocurre afectación oftálmica, los pacientes tienden a presentar grados variables de dolor, deterioro de la agudeza visual y/o fotofobia.


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