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Diagnostico y tratamiento

Etiología

  • Las alteraciones biomecánicas que durante la marcha inciden directamente sobre la fascia plantar, produciendo sobrecargas de repetición.
  • Pies cavos o planos, acortamiento de la cadena muscular posterior, obesidad y un calzado inapropiado.
  • Otro factor a tener en cuenta es la rigidez articular o falta de movilidad en los tobillos, especialmente hacia la flexión dorsal del pie. Éste déficit de movimiento genera un “stress” añadido a la fascia plantar durante las actividades de la vida diaria y/o deportivas que acelera el proceso inflamatorio y degenerativo.

Síntomas

  • El síntoma de la fascitis plantar es el dolor, en ocasiones incapacitante, que aparece en la zona media de la planta del pie o en el talón en la base antero-medial.
  • Éste suele presentarse desde primera hora de la mañana, cuando estamos recién levantados, por la rigidez que se presenta durante la noche y va cediendo a lo largo del día, mejorando con el descanso y empeorando después de pararse o sentarse un rato, al subir escaleras y después de una actividad intensa.
  • En ocasiones el dolor de una fascitis plantar puede acabar alcanzando el tobillo o incluso los dedos de los pies.

Anamnesis y Ex. físico

  • Llevar a cabo una anamnesis detallada y realizar un examen físico minucioso son dos pasos imprescindibles a la hora de hacer un diagnóstico preciso.
  • La afección es frecuente entre corredores y baliarines, y en personas que deben estar paradas o caminar sobre superficies duras durante períodos prolongados.
  • Examen físico:
    • El dolor agudo intenso del talón, en especial con la presencia de un ligero edema local, puede indicar un desgarro fascial agudo. Algunos pacientes describen un dolor quemante o punzante a lo largo del borde medial de la planta del pie al caminar.
    • La fascitis plantar se confirma si al aplicar presión firme con el pulgar sobre el calcáneo con el pie en dorsiflexión se desencadena dolor. 

Examenes complementarios

  • Por lo general, no es necesario realizar pruebas, si el dolor es muy intenso, se puede solicitar una ecografía para descartar una microrotura o rotura parcial de la fascia plantar.
  • Podría sugerir una radiografía o una resonancia magnética para asegurarse de que otro problema, como una fractura por estrés, no sea la causa del dolor.
  • Algunas veces, una radiografía muestra un espolón del hueso del calcaneo, a menudo se creía que estos espolones óseos eran responsables del dolor en el talón y se extirpaban quirúrgicamente. Sin embargo, muchas personas que tienen espolones óseos en los talones no tienen dolor.

Tratamiento

  • El tratamiento comprende el reposo relativo con una reducción de las actividades estresantes, los AINE, el uso de una talonera acolchada o de una ortesis de copa para el talón, el apoyo del arco y el estiramiento del tendón de Aquiles y la fascia plantar. A menudo es útil una inyección local de corticoides con una aguja del calibre 25

Dx. diferencial

  • Otras afecciones que causan dolor en el talón pueden simular una fascitis plantar:
    • El dolor pulsátil en el talón, en especial al quitarse los zapatos o con ligero calor y edema, es más indicativo de bursitis del calcáneo.
    • El dolor retrocalcáneo agudo intenso, con enrojecimiento y calor, puede indicar gota.
    • El dolor que se irradia desde la parte inferior de la espalda hacia el talón puede corresponder a una radiculopatía en S1 debida a una hernia de disco en L5.
  • Rotura de la fascia plantar
  • Bursitis subcalcánea
  • Síndrome doloroso de la almohadilla grasa del talón
  • Fractura de estrés de calcáneo
  • Síndrome del túnel del tarso
  • Es una prominencia ósea que se forma sobre la inserción calcánea de la fascia como respuesta a microtraumatismos repetidos e inflamación.