- En el examen físico de una persona con hiperglicemia, puede haber poca turgencia de la piel (por deshidratación) y un olor afrutado distintivo en el aliento (en pacientes con cetosis). En el contexto de la cetoacidosis diabética (CAD), se puede notar respiraciones de Kussmaul, fatiga, náuseas y vómitos. El examen de fondo de ojo en un paciente con DM puede mostrar hemorragias o exudados en la mácula. En la retinopatía diabética franca, las vénulas retinianas pueden aparecer dilatadas u ocluidas. La proliferación de nuevos vasos sanguíneos también es una preocupación para los oftalmólogos y puede acelerar las hemorragias retinianas y el edema macular, lo que en última instancia puede provocar ceguera.
- Si bien DM1 y DM2 pueden presentarse de manera similar, se pueden distinguir según la historia clínica y el examen. Los pacientes con DM2 suelen tener sobrepeso/obesidad y presentan signos de resistencia a la insulina, incluida la acantosis nigricans, que son parches hiperpigmentados y aterciopelados en la piel del cuello, las axilas o los pliegues inguinales.
- Los pacientes con un ciclo más largo de hiperglicemia pueden tener visión borrosa, candidiasis frecuentes, entumecimiento o dolor neuropático. Los médicos deben preguntar al paciente sobre cualquier cambio reciente en la piel de sus pies durante cada visita. El examen del pie diabético, incluida la prueba del monofilamento, debe ser parte del examen físico de rutina.
- Evolución natural de la diabétes tipo 2