Hay tres categorías de dolor abdominal: visceral, parietal y referido.
Dolor visceral
- El dolor que se considera visceral es causado por la activación de los receptores nociceptivos en la capa muscular o en la capa submucosa de los órganos huecos. Esta activación se debe a distensión o contracción (también conocidas como espasmos) que resultan
de obstrucciones, isquemia o irritación química. Dado que está inervado bilateralmente, por lo general se localiza en la línea media o en la región periumbilical. Hay cinco características clínicas que definen el dolor visceral.
- La manifestación de este fenómeno es observable cuando los órganos huecos sufren contracciones intensas o cuando sus paredes experimentan una dilatación importante.
- La fuente del problema es indistinta y no es fácil de identificar.
- Las sensaciones experimentadas pueden describirse como, ardientes o simplemente molestas.
- Los episodios intensos suelen ir acompañados de síntomas físicos como náuseas, vómitos y sudoración.
Dolor parietal
- El dolor parietal o somático se transmite desde terminales del peritoneo parietal por irritación química o infecciosa. La inervación somática unilateral lo localiza en el punto del foco que origina el estímulo doloroso y provoca como respuesta, la contracción de la musculatura adyacente.
Dolor referido
- El dolor referido aparece a distancia del foco patológico por la convergencia de fibras aferentes espinales y viscerales de una misma metámera (de una misma neurona), a nivel del asta posterior y es recibido por el cerebro como percibido por las fibras de una distribución somática.
- Estos conceptos no son excluyentes, de manera que una misma patología puede provocar dolor por estímulo de varias vías. De esta forma, la apendicitis aguda en fases iniciales provoca dolor visceral por distensión con dolor mal definido referido a línea media y la focalización posterior en fosa iliaca derecha aparece por inflamación del peritoneo parietal en contacto con el apéndice.
- En primer lugar, hay que destacar que no todas las vísceras son capaces de generar dolor; de hecho, el hígado, los riñones, el parénquima pulmonar y la mayoría de las vísceras sólidas no son capaces de generar sensaciones dolorosas.
- No siempre se asocia a estímulos nocivos o agresivos. Por ejemplo, algunos estímulos lesivos, como cortes o quemaduras, pueden no provocar dolor y estímulos no nocivos, como la distensión, pueden resultar dolorosos.
- El dolor visceral se caracteriza por ser difuso y estar mal localizado.
- Se acompaña de dolor referido en otras localizaciones.
- Es capaz de desencadenar respuestas reflejas vegetativas y motoras.