- Cuadro clínico caracterizado por dolor lumbar de inicio agudo, de intensidad fluctuante, con irradiación anterior hacia el flanco y descendente hacia la fosa iliaca y los genitales acompañado por manifestaciones como sudoración, náuseas, vómitos o alteraciones de la motilidad intestinal resultantes de la estimulación vagal; por las características del dolor y su intensidad, ocasiona en el paciente un estado de angustia, inquietud y desasosiego.
- Examen físico: demuestra la presencia de una contractura refleja de los músculos paravertebrales, dolor intenso espontáneo y en la maniobra de puño percusión lumbar o dolor a la presión de los puntos ureterales.
- Aspecto de la orina: puede ser turbio o color rojizo, sugiriendo presencia de hematuria, suele acompañar al pasaje de un cálculo, y debe confirmarse mediante el examen microscópico de la orina que demuestre la presencia de hematíes de morfología conservada, lo que asegura el origen en la vía urinaria diferenciándolos de los hematíes dismórficos, cuyo origen es glomerular.
- Dolor del cólico renoureteral: es provocado por la dilatación aguda de la vía urinaria, causada por su obstrucción debido a la impactación de un cálculo que proviene del aparato urinario superior, lo que ocasiona un aumento brusco de la presión dentro del uréter que se transmite en forma retrógrada produciendo disminución del filtrado glomerular. Ese aumento de la presión provoca incremento de la secreción de prostaglandinas, que actúan como mediadores químicos responsables del dolor.
- Causa más frecuente: es la litiasis urinaria, debido a una alteración de la composición química de la orina, existe una predisposición para la formación y migración de cálculos en la vía urinaria que ocasionan obstrucción y dolor.
- Enfermedades con síntomas semejantes: formación y migración de coágulos en la vía urinaria causada por una lesión tumoral o inflamatoria de la vía urinaria o asociada con trastornos de la hemostasia y la eliminación de fragmentos de parénquima renal necrótico, que puede observarse en la necrosis papilar por analgésicos y en la papilitis necrosante en pacientes diabéticos. Se rescatan los antecedentes y observar en el sedimento urinario en fresco de los fragmentos papilares mencionados.
- En el diagnóstico diferencial se consideran los problemas abdominales en los que el dolor tiene localización y propagación similar: en la mujer en edad fértil, anexitis, y en el hombre y la mujer, diverticulitis, apendicitis retrocecal y otros.
La presencia de sangre en la orina se denomina hematuria. La cantidad puede ser muy pequeña o detectarse sólo con exámenes de orina o bajo un microscopio. En otros casos, la sangre es visible. A menudo, vuelve el agua del inodoro de color rosa o rojo o usted puede observar manchas de sangre en el agua después de orinar.
La papilitis necrotizante es una complicación de diversas patologías que tienen en común el desarrollo de algún grado de isquemia renal, las más importantes son la Diabetes Mellitus, la nefropatía por antiinflamatorios no esteroideos y la infección urinaria, estando esta última condición presente en más de 2/3 de los casos. Su espectro clínico es muy amplio, desde casos asintomáticos hasta casos de insuficiencia renal aguda obstructiva y muerte, de no mediar tratamiento oportuno.