Saltar la navegación

Fisiopatología

  • Cuando ocurre una obstrucción intestinal, provoca la dilatación del intestino proximal al punto de transición y el colapso distal, lo que dificulta el paso de los productos digeridos a través del intestino. La esencia de la obstrucción intestinal es que hay un bloqueo en el intestino que impide el paso normal del contenido del mismo. La obstrucción intestinal puede ser parcial o completa, dependiendo de la gravedad y el tipo de obstrucción. En el mundo desarrollado, la principal causa de obstrucción intestinal son las adherencias intraabdominales.
  • Otros procesos patológicos también pueden causar obstrucciones intestinales, como tumores, vólvulos, intususcepciones y enfermedades inflamatorias. En caso de obstrucción intestinal, la acumulación de líquido ocurre tanto en la luz intestinal como en la pared misma del intestino (la mucosa y el resto de las capas intestinales se edematizan), a medida que aumenta la presión dentro del intestino y dentro de sus capas disminuye y se deteriora el riego sanguíneo a tal grado que sobreviene la isquemia, esto altera toda regulación, el agua y los electrólitos no penetran a la célula epitelial y, por lo contrario, hay secreción de líquido intravascular a la luz intestinal. La acumulación de aire, principalmente el deglutido, distiende las asas proximales a la obstrucción, y dado que el líquido no puede continuar hacia la parte distal ni ser absorbido, con lo que aumenta en las asas intestinales proximales a la obstrucción, donde se acumula gran cantidad de líquido y gas. El diagnóstico y tratamiento adecuado de la obstrucción intestinal son esenciales para evitar complicaciones graves, como isquemia, infección y perforación.
  • Durante una obstrucción intestinal, se puede formar un tercer espacio debido a la acumulación de líquido en las áreas extravasculares e intersticiales del cuerpo. Esto ocurre debido a la interrupción del flujo de contenido a través del intestino, lo que lleva a una distensión y edema del intestino afectado. Esta distensión provoca un aumento en la secreción de los líquidos de las células intestinales, así como una disminución en la absorción de agua y electrolitos. El líquido se acumula en el lumen intestinal y en el tejido intersticial circundante, dando como resultado la formación de un tercer espacio.
  • El tercer espacio también puede estar relacionado con la pérdida de líquidos extracelulares, la deshidratación y los cambios en el equilibrio de fluidos y electrolitos en el cuerpo. Puede haber una redistribución de los líquidos en el organismo, lo que lleva a un desequilibrio en el volumen intravascular, lo cual puede generar complicaciones adicionales en la función renal, cardiovascular y respiratoria. El tratamiento adecuado de la obstrucción intestinal y una rápida resolución del problema pueden ayudar a minimizar el proceso de formación del tercer espacio y sus efectos secundarios. La formación de un tercer espacio causa deshidratación, hipovolemia, oliguria, elevación del hematócrito e hiperazoemia; en caso de que la obstrucción sea cercana al ángulo duodeno yeyunal, el vómito de contenido gástrico y duodenal (ácido clorhídrico y bicarbonato) causan hipocaliemia e hipocloremia; el desarrollo de acidosis o alcalosis depende de la pérdida de ácido clorhídrico y de la pérdida de bicarbonato; la presencia de zonas equimóticas y la falta de motilidad intestinal hace que la flora normal del intestino se modifique, lo que aumenta de manera considerable el número de bacterias (Escherichia colí) con invasión a los ganglios linfáticos mesentéricos.

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)